Donald Trump, el nuevo presidente electo de los Estados Unidos, está cumpliendo su promesa de gobernar con un enfoque en los valores judeocristianos en la principal potencia militar y económica del mundo.
Para lograr esto, ha nombrado a líderes religiosos, incluido el pastor Scott Turner, como asesores en la Casa Blanca.
Turner se unirá a la nueva administración como Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, un rol que le fue otorgado tras su destacado trabajo en el Consejo de Oportunidades y Revitalización durante la primera gestión de Trump.
Además, el presidente electo también anunció previamente que otro pastor, Mike Huckabee, será el encargado de la Embajada de Estados Unidos en Israel.
Trump ha reconocido los esfuerzos de Turner durante su primer mandato y busca destacarlos en su reciente anuncio.
“Estos esfuerzos, trabajando en conjunto con el exsecretario de HUD, Ben Carson, se maximizaron gracias a la orientación de Scott al supervisar 16 agencias federales que implementaron más de 200 acciones políticas para promover el desarrollo económico”, recordó Trump.
Para el pastor Jack Graham, líder de la Iglesia Bautista de Prestonwood y colega de Scott Turner, la elección de Trump para Turner fue una “elección gloriosa” debido a la experiencia previa de Turner, quien también jugó para los Washington Redskins y los San Diego Chargers.
Graham destacó que Turner será un gran aporte en su papel como asesor del presidente electo. Su declaración fue respaldada por otras figuras cristianas, incluidos Bunni Pounds, presidenta de Christians Engaged.